Pan con Camembert

Esta receta causó furor en cuanto la presenté la primera vez y es que es irresistible tanto por su sabor como por lo espectacular de su presentación. La textura del pan es crujiente por fuera pero blanda por dentro, el queso recién salido del horno muy cremoso. Es como una foundue pero toda comestible :-)

La receta la saqué de un blog magnífico al que os animo a visitar que es Kanela y Limón, aunque dudo mucho que haya gente que aún no lo conozca. Tiene unas recetas espectaculares al igual que sus fotografías y además tiene muy bien elaborados los tutoriales. La cocinera en cuestión, Cristina, es estupenda y aunque no la conozca en persona si le he pedido consejo más de una vez por e-mail y siempre me ha contestado al momento. Si queréis ver el paso a paso de esta receta podéis hacerlo aquí.

Ingredientes:

• 375 gr de Leche Tibia
• 25 gr de Levadura de Panadería
• 10 gr de Azúcar
• 25 gr de Mantequilla a temperatura ambiente
• 600 gr de Harina de Fuerza
• 7 gr de Sal
• 1 Queso Camembert

Elaboración de la Receta:

Ponemos la harina en un bol o en la mesa en forma de volcán con el azúcar y la sal y le vamos añadiendo la leche tibia en la que habremos disuelto la levadura y por último la mantequilla. Vamos amasando todo hasta conseguir una masa elástica y suave que no se nos pegue a las manos. La tapamos con un paño y dejamos que leve hasta doblar su volumen. Pasado el tiempo separamos cuatro porciones de unos 140 gr  cada uno, formando con cada uno de ellos una bola que posteriormente alisaremos con el rodillo hasta que la masa quede fina. Una vez las bolas estén estiradas, cogemos una de ellas y la untamos de mantequilla derretida, cogemos la siguiente y la ponemos encima, hacemos lo mismo  con el resto, menos con la última que la dejaremos sin untar. Con un plato de postre colocado encima de la masa haremos la forma circular que será un poco más grande que el tamaño del queso. La mas sobrante yo la corté con un corta-pizzas.

Ahora realizamos cuatro cortes sobre la circunferencia sin llegar a los extremos, con lo que conseguiremos 8 rectángulos. En el centro de cada triángulo realizaremos otro corte, sin llegar a ninguno de los extremos. Cogemos cada triángulo de la punta y lo llevaremos hacia atrás dándole la vuelta de modo que la parte de abajo ahora queda hacia arriba. Rompemos la punta de cada triángulo obteniendo dos extremos y estos los enrollaremos sobre si mismos pero cada uno en un sentido, luego uniremos las puntas. Hacemos con el resto de los triángulos.

Cogemos otra porción de masa y la estiramos, hacemos de nuevo la circunferencia y la cortamos en cuatro llegando hacia los extremos pero sin separarla. Colocamos el queso en el medio y lo vamos tapando con la masa. Lo ponemos en medio de la flor y dejamos levar de nuevo. Pasado el tiempo espolvoreamos de harina y metemos en el horno  durante unos 25 minutos a 180º. Servimos aún caliente.

Espero  que os guste y a disfrutar.