Ventresca de Bonito a la Plancha

Creo recordar que alguna vez ya os había comentado que mi cuñado y mi padre salían a pescar, pues bien este verano fueron a los bonitos, así que aproveché esta ocasión para pillar uno e ir comiéndolo poco a poco. Y digo bien,  porque 14 Kilos de bicho, son muchos kilos y eso que la mitad se los llevó mi suegra. Lo despiecé, lo limpié, lo corté y lo fui separando en bolsas para congelar. Lo que sí dejé para comer al día siguiente fue la ventresca. No os podéis imaginar lo rica y tierna que está, es como comer una crema, se te deshace en la boca, vamos una auténtica delicatessen.

El resto del bonito lo fui sacando poco a poco y aproveché para hacer albóndigas, rollo, en salsa, eso sí los peques acabaron hartos de tanto pescado, en especial de éste :-)

Comentaros antes de entrar de lleno en el tema, que esta receta saldrá hoy mismo en una página web que ha creado un amigo mío  llamada "MadeenSpain". Es una página estupenda, donde además de encontrar temas relacionados con la alimentación, también tenéis otros como pueden ser Ocio y Turismo, Salud, Industria, Noticias...Si queréis conocer más sobre ella os animo a visitarla, ya veréis como os sorprende.

Desde aquí aprovechó para darle las gracias por pensar en mí a la hora de publicar mis recetas y quiero también desearle toda la suerte del mundo con este nuevo proyecto.

Ingredientes:

• Ventresca de Bonito
• Aceite de Oliva Virgen Extra
• Sal
• Patatas
• Perejil

Elaboración de la Receta:

Antes de prepararla le pregunté a mi cuñado, que al ser pescador sabe como sacarle a los pescados su máximo partido y me dijo que sólo a la plancha con un poco de sal y sin ponerle nada de ajo, porque sino pierde su esencia y así lo hice.

Limpiamos bien la ventresca, le quitamos una telilla que tiene sobre la carne y la salamos. La pasamos a la plancha, previamente engrasada con aceite de oliva virgen extra (sólo untar ya que la ventresca de por sí ya suelta grasa) y  en esta ocasión a fuego medio ya que era un poco gruesa. La ponemos primero por la parte de la piel y luego le damos la vuelta. Hay que vigilar que no se nos haga mucho porque sino pierde toda su tersura.  Una vez lista la sacamos a un plato y la espolvoreamos con un poco de perejil para darle un toque de color.

En esta ocasión para acompañarla le he puesto unas patatas cocidas que, una vez echas,  he pasado vuelta y vuelta por la misma sartén donde he elaborado el pescado. De esta manera cogen todo su sabor. Las espolvoreamos con perejil.

Espero que os guste y a disfrutar.